La cesta de los tesoros

La cesta de los tesoros es una de las primeras propuestas de juego interesantísima para los pequeños. Personalmente estoy encantada con esta actividad. Nil disfruta muchísimo y experimenta constantemente.

Os cuento.

Se trata de una propuesta educativa que da total libertad a los bebés, a partir de los 6 meses (cuando se mantengan sentados solitos) hasta los 18 meses. Y demuestra claramente que para jugar no hacen falta juguetes.  En esta etapa los niños están empezando a descubrir el mundo y muestran gran interés por todo lo que hay a su alrededor. Con esta cesta, que ahora os contaré la multiplicidad de posibilidades con la que la podéis rellenar, los pequeños tendrán la opción de dar rienda suelta a su curiosidad y averiguar qué posibilidades creativas dan dichos objetos.

Qué se necesita:

Una cesta de mimbre o un recipiente parecido con el que no se puedan hacer daño. Lo importante es que sea un recipiente abierto que facilite el acceso del bebé a su interior y que contenga los objetos a la vista del chiquitín para que pueda elegir rápidamente.

Y en cuanto a los objetos, no hay que incluir unos objetos concretos, sino sencillamente proponer objetos del día a día que tenemos en casa de diferentes texturas, tamaños y formas para ellos experimenten.

Algunas ideas:

  • Objetos naturales: esponjas, conchas, piñas, piedras, un trozo de corteza de árbol, fruta (kiwi, manzana, plátano…)… etc
  • Objetos de madera: Pinceles, brochas, menaje de cocina (cuchara, tenedor, mortero), pinzas de la ropa…
  • Objetos de metal: Barilla para batir huevos, colador, llaves (mejor varias juntas), una cajita…
  • Objetos de papel y cartón: huevera, tubos de papel de wc o de cocina, revista…
  • Objetos de piel, tela, goma, fieltro: monederos, manoplas, guantes, retales, pelota de tenis, ovillos de lana…

Y aquí tenéis la cesta de Nil:

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Y los objetos que la componen:

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Ya veis, desde coleteros de cuando yo era niña, ovillos de lana, tapones y tapas, hasta el pollo antiestrés y una bolsita con una textura interesante de cuando mis padres me mandaban a las inglaterras los veranos. Gracias a mi madre, hemos confeccionado una cesta completísima. Las madres tienen muchos recursos, coleteros tuyos de hace siglos, manoplas que no usan, bolsitas mil, tapas y tapones, en fin…

A veces voy incluyendo elementos y sacando otros para que vaya experimentando con cosas nuevas. Sinceramente, le encanta. Hicimos la propuesta a los 6 meses y medio y después de tres meses todavía sigue jugando con ella. Me lo paso bomba observándolo.

De todos los objetos que os he mostrado, los TOP 10 son:

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No hay color. Disfruta como un enano con el tapón de whisky y ¿el dosificador de Ariel qué? es brutal el juego que le da. El pollo antiestrés le vuelve loco, tiene una forma y una textura que le encanta. Y por último, mi última adquisición que también le chifla:

IMG_7401.JPGUn yoyo. Es chiquito, perfecto para su mano y para chuparlo.

Eso sí, todo va a la boca, chupar, morder, tirar al suelo para oír el ruido que hace. Ahora la moda es llevar un objeto en la mano mientras gatea hasta que encuentra otro por el camino que coge con la otra mano y experimenta con ambos, el sonido que hace el chasquido de los dos objetos, y miles de aventuras más.

¿Tenéis cesta de tesoros para vuestros bebés?